EL CALAFATE.- La Unión Cívica Radical, principal partido del arco opositor “Cambia Santa Cruz”, debe definir si está dispuesta a concretar una alianza electoral con el partido SER del sindicalista petrolero Claudio Vidal. Un acuerdo que podría definir la pelea por remover al kirchnerismo en esta provincia. En medio de una fuerte tensión interna, la UCR dio a conocer un contradictorio documento en el que dejó las puertas abiertas al actual diputado nacional y exaliado de Alicia Kirchner, pero con condiciones que parecen incumplibles.
Para complicar aún más el panorama, la diputada nacional Roxana Reyes, principal candidata a la gobernación, hoy demostró sus diferencias públicas con Vidal: “Representa el miedo, la patota, el engaño, los negocios con los amigos, la justicia sometida”. En declaraciones en FM Dimensión, completó: “Es más de lo mismo, es kirchnerismo decadente pero más violento y sin menos control institucional. No puede decir cómo financia su actividad y yo resisto a Vidal porque es kirchnerista”.
Lejos del ruido que genera su inclusión o no en el frente, Vidal mantiene un conveniente silencio público y compartió en sus redes una imagen junto al jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial de Pro, Horacio Rodríguez Larreta.
Un Milei a la medida de cada uno
Por primera vez en casi tres décadas marcadas por el dominio kirchnerista, el tablero político de la provincia se encuentra dividido en tres tercios: el kirchnerismo que gobierna la provincia desde 1991, Cambia Santa Cruz y el partido SER, fundado en 2018 de la mano de Vidal y que nuclea a peronistas ortodoxos y radicales desencantados con la UCR. Esa división de fuerzas -reflejadas en las elecciones de medio término de 2021- abrió una fuerte incógnita sobre el futuro de la cuna del kirchnerismo. Este escenario convirtió al petrolero en “el gran elector” de Santa Cruz.
Hasta aquí, el Frente de Todos no convenció a Vidal de reiterar la alianza de 2019 y la oposición todavía se resiste a sumarlo. Pero no queda demasiado margen para la definición: aquí se vota el 13 de agosto junto a las PASO nacionales y con la vigencia de la ley de lemas para la elección provincial, lo cual permite a cada partido llevar más de un candidato por su fuerza: se impone el que suma más votos dentro de cada lema.
¿Condición imposible?
El senador radical Eduardo Costa, principal referente de la oposición y aliado a Gerardo Morales a nivel nacional, había propuesto la fórmula Reyes-Vidal. Pero eso generó un fuerte rechazo entre el radicalismo más ortodoxo, que se resiste a ir con Vidal. La convención radical reunida este fin de semana en Puerto Deseado le abrió una puerta a un frente con el petrolero, pero con una condición excluyente: Cambia Santa Cruz deberá ir con una sola fórmula para competir contra Vidal dentro del mismo espacio.
La condición parece de difícil cumplimiento: hay cinco candidatos expectantes a la gobernación y una bajísima intención de claudicar espacios. La resolución se parece más a un rechazo “con delicadeza” para Vidal. Quienes idearon el documento aseguran que es el camino para que Cambia Santa Cruz sea competitivo. “El SER tiene un solo candidato y nosotros no podemos ir con cuatro, cinco o seis porque eso divide nuestro voto y terminamos trabajando para el SER”, aseguran.
Fuentes del radicalismo agregaron que hasta el momento no hay una comunicación formal de parte del SER de querer ser parte del conjunto. “Nunca se sentó Vidal con los cinco presidentes de los partidos a hablar en concreto: solo hubo algunas conversaciones por separado”, afirmaron convencionales presentes el sábado.
Los demás partidos integrantes de Cambia Santa Cruz también discuten por estas horas la aceptación del SER al conglomerado de partidos que aquí juegan juntos desde 2007: Encuentro Ciudadano, ARI-Coalición Cívica, Socialismo Santacruceño y Pro.
El juego de Bullrich y Larreta
En Santa Cruz, con la incorporación o no de Vidal, se vive un escenario similar al de Juntos por el Cambio (JxC) de Córdoba, donde el senador y candidato a gobernador Luis Juez rechazó con contundencia la incorporación del gobernador peronista Juan Schiaretti a la coalición opositora, a pocos días de los comicios provinciales del 25 de junio, donde Juez enfrentará a Martín Llaryora, delfín de Schiaretti.
Aquí, de todos modos, la interna de la dirigencia de JxC interviene de forma más sutil. Intentan no repetir el escenario de la cercana Tierra del Fuego, que acudió dividido a los comicios provinciales. En Santa Cruz, Pro fue el único partido que se mostró abierto a una alianza con el sindicalista.
Durante el fin de semana, mientras los radicales debatían su inclusión en el frente, Vidal publicó una foto junto Rodríguez Larreta, sin ningún comentario. La foto no es nueva, pero se da a conocer en un momento que genera fuerte impacto.
Desde el larretismo aseguraron a LA NACION que en la reunión entre Larreta y Vidal, ocurrida hace varios días -y que se conoció ahora-, se habló del petróleo, la situación sindical y el conflicto educativo, en el marco de las conversaciones que el precandidato a presidente lleva adelante con referentes de todo el país.
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Mientras tanto, en el bunker de Patricia Bullrich son aún más cautos: se mantienen prescindente del ingreso de Vidal y suss armadores explicaron que serán respetuosos de lo que resuelva cada provincia.
“Más del 60% de la población está pidiendo entendimiento de los sectores opositores para hacer algo superior, nosotros estamos abiertos a construir un frente con la oposición”, aseguró a LA NACION un dirigente cercano a Vidal. Aseguró que el petrolero generó en el electorado “una expectativa que hasta ahora no la habían logrado otros candidatos opositores”.-
