Dura crítica del primer presidente de la YPF reestatizada a la conducción actual de la empresa

Miguel Galuccio fue el primer presidente y CEO de YPF luego de ser expropiada, durante el gobierno de Cristina Kirchner. Tras el cambio de gestión presidencial, dejó la petrolera en 2016 y fundó su propia compañía, Vista, que tiene sus principales operaciones en Vaca Muerta.

En una charla en un evento organizado por el Centro Argentino de Ingenieros (CAI), Galuccio pidió libre disponibilidad de divisas y previsibilidad en los precios para poder desarrollar Vaca Muerta en todo su potencial. El empresario también dejó una advertencia para YPF y recomendó que tiene que ser “manejada profesionalmente por gente que venga de la industria”.

“YPF no es una compañía más en el mundo de la energía de la Argentina; YPF es 50% del mercado argentino. Además, ninguna empresa privada hubiera desriskeado [quitarle el riesgo] a Vaca Muerta, ninguna compañía privada lo hubiera hecho”, dijo, pese a que las inversiones realizadas en la formación fueron posibles gracias al acuerdo y al aporte de capital de las estadounidenses Chevron y Dow.

“YPF no es una compañía más, sino que es importante y el futuro que tenemos por delante también depende de lo que ellos hagan. YPF tiene que ser manejada profesionalmente por gente que venga de esta industria, no cualquier profesional. Tienen que ser petroleros y tienen ser ypefianos. YPF tiene una larga historia y tiene la mejor gente de la industria, tiene la capacidad de cubrir sus cuadros con los que ellos generan”, agregó.

El empresario también indicó que hay que “crear continuidad” en la conducción de YPF y que no puede ser manejada acorde a los ciclos políticos. “Una compañía no se maneja con ciclos políticos, una compañía tiene sus propios sitios, que se mueven cuando no da resultados, no cuando hay un cambio de gobierno. Tenemos que cuidar de esa compañía insignia, de esa compañía de bandera”, dijo.

Galuccio dejó la conducción de YPF en 2016, a los pocos meses de que asumiera Mauricio Macri como presidente de la Nación. Con el regreso al Poder Ejecutivo de Cristina Kirchner, Galuccio incidió en la elección de Sergio Affronti como CEO de YPF, aunque fue despedido en julio de 2022 por sus diferencias con el presidente de la petrolera, Pablo González, y reemplazado por Pablo Iuliano, un técnico de carrera. González, por su parte, no viene de la industria petrolera, sino que anteriormente fue vicegobernador de Santa Cruz y legislador nacional.

Condiciones para desarrollar Vaca Muerta

Bajo la conducción de Galuccio, YPF comenzó a invertir en Vaca Muerta, cuando todavía no se conocía el potencial que tenía la formación. “La hicimos con muchísimo esfuerzo y con muchísimo alineamiento público-privado, entre Estado y compañía, que no se da comúnmente en la Argentina. Requirió de muchos consensos”, dijo el empresario.

“En 2012, Vaca Muerta, era para creyentes; hoy en 2023, Vaca Muerta es para ingenieros, para gente que puede con un lápiz calcular lo que quiere hacer y todo es posible. Es cuestión de que de alguna manera nos pongamos de acuerdo y tomemos la oportunidad”, agregó.

Galuccio proyectó que se podría aumentar la producción de Vaca Muerta en un 83% y pasar de los 600.000 barriles de petróleo que se producen hoy por día a un millón de barriles. “Podríamos lograr que Vaca Muerta sea otra plataforma sojera de la Argentina, que aporte US$25.000 millones en la balanza comercial, entre lo que exportamos de petróleo y lo que nos ahorramos por consumir nuestro propio gas. También le podríamos sumar otros US$20.000 millones, si realmente logramos en los próximos cinco o seis años tener una planta de licuefacción de GNL o un caño que vaya a Brasil o que nos conecte con Chile, y ser exportadores de gas. Esto depende de nosotros, el momento no es mañana, es hoy”, dijo.

Para ello, señaló, se requieren “habilitadores de palancas que son fundamentales”, y enumeró: “Primero, se necesita hacer de Vaca Muerta una política de Estado. Todos estos consensos que se han logrado existen, pero tenemos que ir un poco más allá. Se necesita libre acceso a divisas. Lo hemos repetido 20 veces, todos saben de qué se trata, es clave. No podemos traer otros 20 equipos de perforaciones sin eso. En Vaca Muerta se han invertido US$25.000 millones. Si queremos que la próxima ola de inversión venga, necesitamos tener un flujo de divisas abierto para que, en algún momento, se puedan llevar ese dinero afuera para pagar dividendos o pagar deuda; es decir, ser un país normal”.

Por otro lado, indició que es necesario “asegurar el abastecimiento del mercado interno con políticas de precios internos que tengan previsibilidad, ya que es parte de la ecuación del negocio”.

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