ASUNCIÓN.- Santiago Peña, un economista del conservador Partido Colorado, asume este martes un mandato de cinco años como presidente de Paraguay frente a presencias internacionales que incluyen a Alberto Fernández, en su primera actividad oficial tras el golpe al kirchnerismo en las PASO del domingo.
Alberto Fernández viajó anoche a Paraguay para participar de la ceremonia de asunción que comenzó antes de las 8 hora local (9 en la Argentina), cuando el hasta ahora presidente, Mario Abdo Benítez, entregó el bastón y la banda presidencial al presidente del Congreso, Silvio Ovelar.
Peña, de 44 años, ganó las elecciones del 30 de abril pasado con el 42,74% de los votos y ayudó al Partido Colorado, la fuerza política dominante durante los últimos tres cuartos de siglo, a asegurar la mayoría en ambas cámaras del Congreso.
La ceremonia de investidura comenzará a las 8.30, en la explanada de la Bahía del Palacio de López, ubicado en la capital paraguaya, donde se realizará la sesión de toma de juramento del presidente electo y del gabinete de ministros del Poder Ejecutivo.
A continuación, en la Catedral Metropolitana, concurrirá al Solemne Te Deum, con motivo del inicio de un nuevo período constitucional y en conmemoración del 486° aniversario de la fundación de la ciudad de Asunción.
Además de Alberto Fernández, se esperaba la presencia de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Chile, Gabriel Boric; y de Bolivia, Luis Arce; el Rey Felipe VI de España, entre otros.
Por Estados Unidos estarán la secretaria del Departamento del Interior, Deb Haaland; la congresista Norma Torres; y el embajador ante la Organización de Estados Americanos, Francisco Mora.
Lula dijo durante su directo semanal que el futuro presidente paraguayo es un joven inteligente y que Brasil quiere la paz con Paraguay, país con el que libró una guerra en el siglo XIX.
“Es un nuevo presidente, es un joven muy inteligente, es un joven que se preocupa por la relación con Brasil. Brasil tiene que entender a Paraguay así: Brasil tiene que crecer, pero sus vecinos también necesitan crecer. Brasil necesita crear oportunidades para que sus vecinos crezcan”, dijo Lula.
“(Paraguay) es un país vecino con el que queremos tener paz. De hecho, el último conflicto de Brasil fue la guerra del Paraguay, que no queremos volver a repetir. Ahora nuestra guerra es de paz, de trabajar juntos, de tener inversiones en ambos países, de construir cosas positivas para nosotros (…) de hacer de Paraguay un socio privilegiado en su relación con Brasil”, agregó.
Librada entre 1864 y 1870, la Guerra del Paraguay enfrentó a Paraguay contra una alianza formada por Brasil, Argentina y Uruguay, y tuvo como resultado la destrucción de Paraguay y la pérdida de territorios en favor de Brasil y Argentina.
En la actualidad, Brasil y Paraguay son socios en la central hidroeléctrica de Itaipú y Paraguay alberga la tercera mayor comunidad de brasileños residentes en el extranjero. Peña, un economista de 44 años, fue elegido por amplio margen en los comicios celebrados en abril.
Desafíos
Peña ahora tiene varios desafíos por delante. El apoyo diplomático de su partido a Taiwán ha perjudicado las exportaciones de granos de los agricultores locales a China, que reclama la soberanía sobre la isla autónoma. El vicepresidente de Taiwán, William Lai, se encuentra en Paraguay para la asunción.
Las relaciones con Estados Unidos también estarán en el punto de mira después de que el gobierno estadounidense acusara de corrupción al expresidente Horacio Cartes, compañero político de Peña.
“Soy consciente de que no tengo margen de error y no podemos construir algo simplemente diciendo que me dieron carta blanca”, dijo Peña en una entrevista exclusiva con Reuters la semana pasada antes de la entrega. “Seremos constantemente examinados en cada decisión”.
En la entrevista, Peña dijo que impulsaría una mayor presencia policial en las calles para evitar las crecientes preocupaciones sobre la seguridad, tratar de controlar los precios para evitar una crisis del costo de vida, garantizar el acceso a la atención médica y fomentar la empresa privada.
“Tenemos una deuda con el pueblo”, dijo.
Peña también quiere crear 500.000 nuevos puestos de trabajo en cinco años para impulsar la economía agrícola del país sudamericano, dominada por la soja y la carne de res.
Quién es
Peña, quien se casó con su novia de la infancia y se convirtió en padre por primera vez a los 17 años, estudió economía en Asunción y luego política pública en la Universidad de Columbia en Estados Unidos.
Trabajó como economista en el banco central de Paraguay y luego en el FMI en Washington, antes de regresar a Asunción para unirse al directorio del banco central. Se convirtió en ministro de Finanzas en 2015.
“Santi”, como se le conoce a menudo, ha prometido políticas favorables a las empresas centradas en la creación de empleo, impuestos bajos y la atracción de inversiones extranjeras. Ha resistido la presión de los agricultores para que mantenga las relaciones diplomáticas de Paraguay con Taiwán desde hace décadas.
Hablando bajo condición de anonimato, un hombre de negocios con inversiones en Paraguay que conoce personalmente a Peña dijo que el nuevo presidente no era alguien que sacudiera las cosas innecesariamente, sino que impulsaría un cambio constante.
“Él no es un político que quiere una revolución, quiere una evolución”, dijo el empresario.
Agencias Reuters y Télam