Elecciones 2023| La pelea en el conurbano bonaerense: traslado de votantes y candidatos que fomentan el corte de boleta

El domingo electoral tendrá algunas características particulares en el conurbano bonaerense, donde Unión por la Patria y Juntos por el Cambio librarán batallas decisivas, muchas en el interior de sus propias estructuras partidarias. Fuentes de ambos espacios evalúan la posibilidad de que la apatía y el descontento hagan mermar la concurrencia a las urnas en el Gran Buenos Aires. Advierten que el crimen de Morena Domínguez, de 11 años, sucedido el miércoles en Lanús, contribuye a aumentar la indignación y puede tener injerencia en el ánimo de los votantes menos politizados. También, describen un estudiado esquema de corte y reparto de boletas en los distritos que trasciende fronteras partidarias.

La apatía es un factor común que se identifica y se busca evitar. En La Matanza, donde el intendente Fernando Espinoza (Unión por la Patria) enfrenta en una interna a la diputada provincial Patricia Cubria y a la funcionaria del Ministerio de Desarrollo Social María Laura Ramírez (que compite con boleta corta), la municipalidad ofrece herramientas para que los ciudadanos cumplimenten requisitos indispensables para participar. En ese marco, promocionó la posibilidad de tramitar el DNI en puestos como el desplegado en González Catán, para recibirlo el sábado inclusive, si es que no se cuenta con él para votar.

Según pudo saber LA NACION, tanto oficialistas como opositores que se juegan mucho en distritos del conurbano apostarán por otro método clásico de cada elección: el traslado de votantes en remises y autos particulares. Los habrá en Hurlingham, donde el intendente Juan Zabaleta enfrenta al camporista Damián Selci, y también en La Plata, distrito en el que juegan su partido el intendente Julio Garro (alineado con Horacio Rodríguez Larreta) y el senador provincial Juan Pablo Allan (con Patricia Bullrich). En Moreno, los colectivos circularán con frecuencia de día sábado, además de ser gratuitos. Allí se enfrentarán, dentro del peronismo, la intendenta Mariel Fernández (Movimiento Evita) y el presidente de Trenes Argentinos, Damián Contreras (massista).

Son algunas de las disputas más calientes en Unión por la Patria y en Juntos por el Cambio. La disponibilidad de vehículos se admite, en ciertos distritos, desde los oficialismos locales; en otros, desde la oposición. Pero es una práctica generalizada en todos los territorios. También se relativiza su gravitación, sobre todo en municipios distritos grandes, y su eficiencia. “Se habla con las remiserías en los barrios, pero después pueden haber arreglado con otro candidato”, aclara una fuente peronista.

En las dos orillas de la grieta tiene predicamento la estrategia del corte de boleta como alternativa para hacerse fuertes en las internas, según pudo saber LA NACION. En Tigre, es un camino al que echa mano el intendente Julio Zamora, que en su interna contra Malena Galmarini no podrá contar con su boleta pegada a la que lidera el ministro de Economía y esposo de la precandidata, Sergio Massa, con quien está enfrentado. Los militantes del jefe comunal reparten la boleta cortada con todas las alternativas posibles, incluso con Juntos por el Cambio.

En Hurlingham, Zabaleta apela a un corte “segmentado”; en el mismo distrito, las filas camporistas solo admiten que entregan la boleta de Massa y, si les piden, también la de Juan Grabois.

En Moreno, LA NACION pudo saber que tanto Fernández como Contreras identifican la zona céntrica como un sector del distrito menos afín al peronismo, en el que pueden motorizar el corte de boleta, ofreciendo sus tramos municipales con otras opciones fuera de Unión por la Patria. “El voto útil”, describe un experimentado dirigente local.

En La Plata, la interna Garro-Allan tiene espacio para el corte de boleta. El jefe comunal es el candidato de Larreta, pero también distribuye su boleta con la de Bullrich, apalancado en sectores que se identifican con la precandidata presidencial pero no conforman su armado local encabezado por el senador bonaerense. También lo hace con la papeleta de Javier Milei.

En San Isidro hay otra interna de Juntos por el Cambio y desde las filas de Ramón Lanús, candidato de Bullrich, afirman que el sector del intendente Gustavo Posse (la candidata es su hija Macarena) reparte la boleta cortada, algo que rechazan en el possismo.

El crimen de Morena Domínguez, en Lanús, que desencadenó un abrupto final de la campaña, es un factor que también tienen en cuenta en los campamentos municipales del oficialismo y la oposición. “La calle está complicada y el caso afecta”; “al vecino que está afuera de la política, estos temas le dan mucha bronca”; “este hecho contribuye al sector desencantado, al voto nulo o el ausentismo”, son algunas de las frases que utilizaron voceros del peronismo bonaerense.

En Juntos por el Cambio, analizan posibles implicancias electorales del crimen de la niña. “Esto que pasó calmó todo [por la campaña]. Pero es el candidato a gobernador de Patricia”, indican desde un distrito larretista del conurbano al remarcar que el hecho se produjo en el municipio gobernado por Néstor Grindetti, rival interno del larretista Diego Santilli por la candidatura a gobernador bonaerense. “Refuerza la necesidad de orden y seguridad, que la que mejor la transmite es Patricia”, discrepan desde una lista municipal bullrichista.

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