Finanzas a prueba de inflación: como proteger tus ingresos y gastos

En la Argentina, la inflación ya no es una visita ocasional. Se ha convertido en un residente permanente en nuestro panorama económico. Este fenómeno, que erosiona constantemente el poder adquisitivo de nuestra moneda, plantea retos financieros significativos. En este contexto, los argentinos enfrentan un dilema financiero que se traduce en dos categorías: ganadores y perdedores.

Los ganadores son aquellos que han logrado ajustar sus hábitos financieros a esta realidad anómala. Han forjado una cultura financiera sólida basada en fundamentos robustos y están preparados para afrontar las turbulentas aguas económicas con destreza. Los perdedores, en contraste, persisten en hábitos financieros carentes de fundamentos, influenciados por fuentes no confiables o seducidos por el consumismo desenfrenado, intentando apagar el fuego con más combustible. También se incluyen en esta categoría aquellos que se sumergen en la queja constante y no logran generar nuevas estrategias para manejar sus ingresos y gastos.

En esta ocasión, centraremos nuestra atención en dos de los pilares fundamentales de las finanzas personales: los ingresos y los gastos, explorando cómo la suba sostenida en el nivel de precios afecta a cada uno de ellos. Los consejos ofrecidos te ayudarán a contrarrestar los efectos negativos de la inflación en tu economía doméstica.

¿Estás listo/a para defender tus ingresos?

En un contexto inflacionario permanente, mantener los ingresos constantes en términos de su poder adquisitivo se convierte en un desafío esencial. Para aquellos que trabajan en relación de dependencia, la actualización salarial puede variar según el rubro y la regulación vigente. En algunos casos, la empresa determina la actualización a través de negociaciones de paritarias con los gremios. En otros, es necesario negociar directamente con el empleador, tomando como referencia el índice mensual que informa el INDEC.

Veamos algunos tips al respecto:

1). Actualización y no aumento: Nunca hables de un “aumento de sueldo,” sino de “actualización salarial.” El objetivo no tiene que ser percibido por el empleador como el de ganar más, sino más bien el de mantener constante el salario en términos de su poder adquisitivo. Esto significa que, si trabajás la misma cantidad de horas, no deberías ganar menos en términos reales debido a la inflación.

2). Hacer rendir el salario hasta el último segundo antes del gasto: Otra estrategia efectiva para proteger tus ingresos en un contexto inflacionario es transferir tu salario a plataformas en línea de pago de intereses sobre saldos utilizables ni bien se te acredita el mismo en tu cuenta bancaria. Plataformas como Mercado Pago, NaranjaX o Ualá y otras suelen ofrecer tasas de interés en torno al 96% anual sobre los saldos a la vista, es decir, el dinero disponible para usar en cualquier momento, ya sea mediante una tarjeta de débito provista por la plataforma o con tu tarjeta de débito bancaria vinculada.Esto es inferior a las tasas de plazos fijos y a la inflación anualizada en función de la última medición de Agosto, pero no exige inmovilizar el capital durante un plazo determinado, lo que te permite acceder a tu dinero cuando lo necesites. Los pasos para implementar esta estrategia son los siguientes: Investigá las plataformas: Compará las tasas de interés que ofrecen, las comisiones que cobran y las condiciones para acceder a esos intereses. Elegí la plataforma adecuada: Seleccioná la plataforma que mejor se adapte a tus necesidades y registrate en ella proporcionando la información necesaria y cumpliendo con los requisitos de apertura de cuenta. Transferencia automática: Configurá la transferencia automática de tus ingresos salariales o de otras fuentes a la cuenta en la plataforma. De esta manera, pondrás a trabajar tu dinero tan pronto como lo recibas.

No olvides mantener un saldo en tu cuenta bancaria para cubrir débitos automáticos, como servicios, o, aún mejor, adherir los mismos a tu tarjeta de débito provista por la plataforma elegida. Además de la ventaja de obtener intereses sobre tus saldos, estas plataformas también ofrecen la oportunidad de ahorrar dinero en promociones y te brindan un control detallado de tus gastos, categorizándolos para un seguimiento más efectivo.

Diversificar tus fuentes de ingresos siguiendo los consejos vistos en esta nota también puede ser de gran utilidad para el objetivo planteado.

Inflación y nuevos hábitos de gastos

En un contexto de inflación permanente, la manera en que administramos nuestros gastos se convierte en un factor crucial para mantener la estabilidad financiera. La sensación de que nuestros pesos se devalúan rápidamente puede llevarnos a tomar decisiones consumistas equivocadas. Es importante comprender que algunas prácticas, como “tarjetear” (financiar consumo corriente con la tarjeta de crédito), no son la solución para vencer la inflación; de hecho, pueden empeorar nuestra situación financiera. Veamos algunos consejos propuestos para que la inflación no afecte negativamente tu patrón de gastos y puedas mantener hábitos saludables también en este ítem:

1). Eliminar los gastos hormiga: Estos gastos aparentemente pequeños, como un café al paso, un taxi ocasional por llegar tarde o snacks, pueden sorprendentemente absorber hasta el 25% de nuestro presupuesto mensual. En tiempos como los actuales, la eliminación o reducción de estos gastos puede traducirse en un ahorro significativo para nuestras finanzas personales.

2). Adelanto de consumo corriente: Sabiendo que el valor de los alimentos y demás productos de consumo masivo aumentan incluso por encima del Índice General de Precios, una estrategia efectiva para enfrentar la inflación es anticipar gastos futuros y realizarlos en el presente. Esta estrategia busca ahorrar dinero a largo plazo. Para aplicarla con éxito, seguí estos pasos: Identificá productos sensibles a la inflación: Estos productos incluyen alimentos no perecederos, productos de limpieza y cuidado personal, suministros para mascotas, productos para el hogar como pilas, juguetes, productos de uso diario como papel higiénico, servilletas, detergentes y productos de cuidado personal como shampoo y acondicionador. Comprá en mayoristas: Buscá realizar estas compras en tiendas mayoristas, que generalmente ofrecen precios más bajos que los supermercados y almacenes. Combinando esto con promociones de bancos y tarjetas, devolución de IVA, etc..; el ahorro hace que el esfuerzo y la inversión de tiempo valgan realmente la pena. Almacenamiento adecuado: Asegúrate de contar con suficiente espacio y organización para almacenar los productos adquiridos. Esto te permitirá evitar que se dañen o caduquen antes de su uso, y también llevar un control efectivo de tus reservas para anticiparte a futuros aumentos de precios. Forma de pago: Preferentemente, utilizá efectivo o tarjeta de débito para evitar intereses asociados con el uso de tarjetas de crédito. El pago al contado a menudo te brinda la oportunidad de negociar mejores precios y descuentos. Comprá siempre con precios de referencia: Desafortunadamente, muchas empresas, comercios y autónomos a menudo elevan los precios mucho más allá de la tasa de inflación en busca de mayores márgenes de ganancia. Esto complica la situación y contribuye a que el espiral de precios acelere su ritmo. La mejor manera de enfrentar a estos “vivos” que se aprovechan de la inflación es no respaldar su estrategia con nuestras compras.

Para lograrlo, debemos invertir un poco de tiempo en buscar precios de referencia para los productos que deseamos adquirir (hoy en día, con un smartphone, podemos hacerlo en un minuto) y no gastar un peso de más. Hay que tener en cuenta que la dispersión de precios producto de la inflación en algunos casos puede llegar al 80%.

En este sentido, la página de Precios Justos puede convertirse en un aliado valioso. No necesariamente para conseguir los productos a esos precios (aunque si se puede, ¡mucho mejor!) sino aunque sea para utilizarlos como punto de referencia al hacer nuestras compras. Esto nos permite tomar decisiones más inteligentes y contribuir a la lucha contra la inflación de manera efectiva.

Conclusión

En esta nota hemos explorado los efectos corrosivos que la inflación puede tener en tus ingresos y gastos, proporcionando consejos valiosos para ayudarte a evitar o mitigar estos impactos negativos. Es evidente que adquirir hábitos financieros saludables como los aquí analizados ya no es una elección, sino una obligación para todos aquellos que deseen manejar responsablemente sus recursos financieros, especialmente en el actual contexto económico complicado. La próxima semana continuaremos este análisis y presentaremos nuevas soluciones para contrarrestar los efectos perjudiciales del aumento sostenido en el nivel de precios, pero en este caso en tus ahorros e inversiones.

Será hasta entonces, ¡buena semana!

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