Brasil se convirtió en el principal competidor para la Argentina en el sector agropecuario. En la campaña 2022/2023, su cosecha total de maíz quedará en 127,7 millones de toneladas, un récord versus los 113,13 millones de toneladas del ciclo agrícola pasado, según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). La supercosecha está enfrentando problemas notorios para el almacenaje.
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En medio de una infraesctrutura que no alcanza para cubrir las necesidades del campo brasileño, la cosecha superó la capacidad de silos de una de las regiones más productivas de ese país, Mato Grosso. “El volumen de granos es demasiado grande y el almacenamiento es uno de los mayores problemas de este cultivo”, confiaron desde una entidad del agro de Brasil a LA NACION. La caída del precio de la soja retrasó la venta de la oleaginosa ultimamente y esto impacto en la disponbilidad de silos para guardar el maíz.
Esto que ocurre con el maíz surge tras viralizarse un video donde se ve la sobreabundancia de la cosecha. La imagen contrasta con la situación que se dio en la Argentina, producto de la sequía. El país, según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), quedará con una cosecha de 32 millones de toneladas del cereal, por debajo de los 51 millones de toneladas del ciclo anterior.
“Vean las lamentables escenas que se dieron a conocer en las últimas semanas en la región de Mato Grosso debido a la drástica caída en el valor de un saco [bolsa] de maíz y, en consecuencia, a los altos costos de almacenaje del grano. Algunos productores se vieron obligados a tirar el cereal al aire libre, causando escenas lamentables”, dice parte de un video que publicó João Domingos Abogados, que asesora a productores agropecuarios del vecino país.
Esta situación de abundancia en el vecino país podría repercutir en el precio del mercado local. “El efecto de la cosecha gigante de Brasil, donde semana a semana las consultoras siguen aumentando las estimaciones de cosecha, porque la safrinha sola está en torno a los 105 millones de toneladas, es maíz que se cosecha entre julio y agosto y compite con todos nuestros maíces tardíos, que son nuestra mayor producción”, dijo a LA NACION Paulina Lescano, analista del mercado de granos.
“Han tenido tanto crecimiento de un año a otro, porque hay que sumar las 27 millones adicionales de soja que tuvieron este año, y hacen que logísticamente tengan un lío terrible. La capacidad de almacenaje la vienen aumentando, pero no creció tan rápido como sí creció la producción. Esas imágenes de maíz por todos lados genera una presión tanto de cosecha, precios y ventas de productores como de ofertas exportables”, precisó la experta.
Esta situación también impacta en el sector oleaginoso. Una fuente de la exportación subrayó que “Brasil no tiene espacio porque vienen de una supercosecha de soja”. Según los datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la producción de soja en el país vecino durante la campaña 2022/23 podría alcanzar 151,56 millones de toneladas, un 20,3% más que en la temporada anterior.
En tanto, las primeras estimaciones para la cosecha 2023/24 indican 163,5 millones de toneladas, ya que los productores sembrarían una superficie mayor, es decir, un 3,7% más en comparación con el ciclo anterior.
