Un despliegue simultáneo y descentralizado, que en Europa cubriría la distancia que hay entre Portugal y Ucrania, desplegarán las Fuerzas Armadas y de seguridad para garantizar el ejercicio del voto en las PASO del domingo.
Para la custodia de las 108.000 urnas y todo el material que llegará a 17.432 locales de votación está prevista la movilización de 85.000 efectivos militares y de las fuerzas federales, 3100 vehículos terrestres, un avión Hércules C-130, doce helicópteros, tres embarcaciones y más de 100 mulas para el transporte de la documentación electoral en regiones montañosas. Participan en el operativo efectivos del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura Naval, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y las policías provinciales.
Si hace dos años el acto electoral estuvo marcado por la pandemia, lo que convirtió a los militares en agentes sanitarios y obligó a habilitar más mesas para evitar amontonamientos en los lugares de votación, este año la nota distintiva serán las votaciones concurrentes en la ciudad de Buenos Aires, donde la gente votará en dos urnas distintas. “Eso demandará más tiempo y paciencia en las mesas porteñas, lo que demandará más tiempo y paciencia”, confió a LA NACION el titular del Comando General Electoral, general de brigada Jorge Fabián Berredo.
“Tenemos que custodiar el mayor acto de soberanía de nuestro pueblo”, resumió el general Berredo.
“Es una operación compleja y un fuerte desafío, que exige un trabajo integrado, junto con la Cámara Nacional Electoral, la Dirección General Electoral y el Correo”, explico el jefe militar, al dar detalles de un operativo que comenzó a planificarse a fines de 2022.
La custodia militar
Berredo es el comandante operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y, como ocurre desde hace 115 años, cuando se delegó en los militares la custodia de los comicios –aún antes de la ley Sáeñz Peña, que impuso el voto obligatorio y secreto, tendrá bajo su mirada los 24 comandos electorales responsables de la jornada de votación en cada jurisdicción.
Antes los operativos electorales estaban en manos de los intendentes y jefes territoriales y el presidente José Figueroa Alcorta resolvió que pasaran a la jurisdicción militar para dar más garantías de imparcialidad, explicó el director del Comando General Electoral.
En el diálogo con LA NACION, Berredo recordó que en los comicios de 2021 un suboficial del Ejército le salvó la vida a un votante, que tuvo un infarto en el local de votación, en una escuela porteña. “Lo asistió, le practicó los primeros auxilios hasta que llegó el SAME”, señaló.
El trabajo de supervisión que deben cumplir los militares y los agentes de seguridad comprende los lugares de acopio de material, la vigilancia de los locales en los que funcionarán las mesas receptoras de votos, la custodia de las urnas y la documentación durante su transporte en los vehículos del Correo Argentino, además de los lugares de recuento provisorio y escrutinio definitivo.
Al instrumentarse en el distrito porteño el sistema de Boleta Única Electrónica, los electores tendrán dos votaciones escalonadas.” El tiempo de cualquier ciudadano en la escuela requerirá el doble de tiempo. El consejo es votar temprano y tener paciencia”, ilustró el jefe militar.
“En la provincia de Buenos Aires el proceso es complejo por la mayor oferta de candidatos y listas existentes. Por ejemplo, los telegramas serán más extensos”, ejemplificó Berredo.
Más allá de las experiencias llevadas adelante en las regiones montañosas y zonas de frontera, adonde las urnas llegan a paso de mula, una de las miksiones principales es garantizar el desarrollo de los mcomicios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que con 15 millones de votantes concentra el 44% del padrón electoral.
Los agentes militares y de seguridad afectados a la custodia del proceso electoral podrán votar en los locales de votación en el quedebn cumplir sus funciones.
