Elecciones en Guatemala: el inesperado “outsider” que podría llegar a la presidencia pese a la resistencia de la derecha

CIUDAD DE GUATEMALA.- Los guatemaltecos elegirán este domingo un nuevo presidente en un ballottage en medio de fallidos intentos para descalificar al inesperado favorito, Bernardo Arévalo, un “outsider” que promete una lucha frontal contra la corrupción y tildado por su contrincante como un representante de la izquierda radical.

Unos 9,4 millones de guatemaltecos están habilitados para elegir al sucesor del mandatario derechista Alejandro Giammattei, reprobado por el 62% de los ciudadanos. Tres décadas después del fin de una brutal guerra civil, el país más poblado de América Central está sumido en la pobreza, la violencia y la corrupción.

Tras su sorpresivo triunfo en la primera vuelta, el socialdemócrata Arévalo, hijo del primer presidente elegido democráticamente, Juan José Arévalo (1945-1951), busca seguir la senda de su padre con una fuerte agenda social y de cambio. Todas las encuestas lo dan como ganador por amplia mayoría.

“Llevamos años siendo víctimas, siendo presas, de políticos corruptos”, dijo al cerrar su campaña. “Votar es dejar claro que el que manda en este país es el pueblo de Guatemala y no los corruptos”.

Su rival, Sandra Torres, viuda del difunto expresidente de izquierda Álvaro Colom (2008-2012), promete por su parte ayudar a los más pobres con subsidios en dinero y entrega de alimentos. Comunicadora y empresaria de 67 años, lidera la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que fundó con Colom en 2002 y dirige con mano de hierro. La derecha, que gobierna hace 12 años, la apoya silenciosamente.

La recta final al ballottage vio en los últimos días una arremetida judicial contra Arévalo, un sociólogo de 64 años que despierta temores entre la poderosa élite guatemalteca. El Movimiento Semilla que lidera fue blanco de una cruzada de la Fiscalía, que lo acusaba de irregularidades en su inscripción en 2017 y 2018, una jugada vista como un intento de impedir su llegada al poder.

El jueves pasado, el fiscal Rafael Curruchiche dijo que tras la elección no descartaba allanamientos, arrestos o levantamiento de fueros de integrantes de Semilla. La Corte Suprema de Justicia falló finalmente el viernes contra el pedido de la Fiscalía, lo cual no quita que desde el espacio de Arévalo crean que podrían seguir los intentos por correrlo de la carrera presidencial.

“No tenemos dudas de que seguirán intentando (sacarlo). El sistema de corrupción va a seguir aferrándose porque tienen muchísimos privilegios que perder. No encuentran en nosotros alguien en quien confiar para la corrupción. Van a intentar oprimirnos, poner obstáculos legales y buscar artimañas”, dijo la diputada electa Andrea Villagrán.

Pese al temor por posibles avances judiciales contra el partido, Villagrán, que asumirá el 14 de enero, se mostró confiada en una victoria de Arévalo. “Va a ser una victoria contundente y un mensaje fuertísimo de la población hacia el sistema de corruptos que no entiende que son una minoría y que el pueblo quiere sacarlos del Estado”, aseguró.

Torres se alió al oficialismo, a exmilitares vinculados con la guerra civil (1960-1996), a iglesias evangélicas y a los partidos políticos que perdieron en la primera ronda de junio para alcanzar su objetivo. Cientos de alcaldes oficialistas le han manifestado su apoyo.

“Hoy más que nunca hemos dejado a un lado nuestras banderas políticas, hemos dejado a un lado nuestros colores partidarios para trabajar por la unidad de nuestro país, por la unidad de Guatemala”, dijo en el cierre de campaña. En un país fuertemente conservador y religioso, Torres, apoyada en su alianza con los evangélicos, trató de descalificar a su rival como “ateo” y a su partido como “afeminado”.

“Los de Semilla todos son afeminados y toda una partida de huecos, yo sé que en la UNE hay hombres y mujeres definidas, aquí no hay medias tintas”, declaró.

Agencias AP, AFP y Télam

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