Tras el reclamo de las mineras, lanzan una línea de crédito a tasa subsidiada para la industria

El reclamo por una macroeconomía “ordenada” y “reglas claras” fue unánime a lo largo de la feria Arminera 2023, que se realizó esta semana en el predio de La Rural. Empresarios y profesionales de la industria minera, así como también gobernadores, lo pidieron una y otra vez, en distintos tonos, durante las exposiciones y en las conversaciones informales entre los stands. En el cierre, que tuvo lugar ayer, el ministro de Economía, Sergio Massa, sorprendió con una recorrida a último momento y lanzó una línea de crédito a tasa subsidiada para el sector, en lo que pareció ser un guiño a una industria clave para la generación de divisas en los próximos años.

“La minería, la energía, la agroindustria y la economía del conocimiento van a ser los cuatro grandes pilares exportadores en cinco años”, afirmó Massa, al recorrer la feria junto a los secretarios de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren; de Minería, Fernanda Ávila, y de Comercio, Matías Tombolini. Y agregó: “tenemos que generar todas las condiciones y todas las facilidades para que este sector siga creciendo porque ahí jugamos una parte importante del futuro del país, y las perspectivas son buenas”.

“Venimos de visitar un proyecto que tiene una inversión de U$S1000 millones”, dijo Massa tras reunirse con la minera Exar, que en junio inaugurará en Jujuy el tercer proyecto operativo de litio en la Argentina. “Hoy la proyección a nivel global es que Argentina de acá a 2030 se va a transformar en el segundo exportador mundial de litio. Esto es fundamental porque la sequía demostró que cuando tenés una sola rueda para empujar la economía a veces tenés dificultades”.

Actualmente, la Argentina cuenta con 18 proyectos mineros en producción: 12 de oro, tres de plata, dos de litio y uno de carbón. Según datos oficiales, en 2022 generaron exportaciones por U$S3857 millones.

Entre los anuncios se encuentra un paquete de financiamiento de $12.000 millones del programa Crédito Argentino (CreAr) y una nueva línea de créditos directos –es decir, sin intervención bancaria– del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) y del Fondo de Asignación Específica (FAE) para subvencionar el 100% de proyectos de inversiones productivas y la adquisición de bienes de capital y construcción de instalaciones para mipymes proveedoras mineras. Según la información oficial, los créditos tendrán un monto de hasta $60 millones, con una tasa bonificada del 49% anual.

Consultados por LA NACION acerca de las medidas, en la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) aseguraron: “Es positivo que se colabore con el progreso de las pymes mineras. Apoyar a este sector fomenta el desarrollo en zonas alejadas de los grandes centros productivos del país, motorizando las economías regionales”. Sin embargo, no contestaron ante la pregunta sobre si la consideran una señal hacia el sector, que a lo largo de la semana pidió seguridad jurídica, reglas claras y previsibilidad.

Los desafíos de la industria

Fuentes del sector aseguran que, en la actualidad, la minería genera 100.000 puestos de trabajo y prevén inversiones por más de US$20.000 millones, así como triplicar las exportaciones en la próxima década, a partir del crecimiento del litio y la incorporación de los proyectos de cobre. Al respecto, países mineros como Australia explicitaron su interés, a través de la Comisión Australiana de Comercio e Inversión (Austrade).

Sin embargo, el corto plazo asoma complicado para la industria minera, dada la escasez de divisas, las restricciones a las importaciones y la falta de marcos regulatorios favorables, no solo para la minería, sino también para las energías renovables y la electromovilidad, fundamentales para cumplir con las metas de descarbonización.

“Debemos reconocer que en este 2023 nos seguimos encontrando con escollos en temas básicos, como el acceso a importaciones de bienes y servicios necesarios para la producción y para la construcción de los proyectos”, cuestionó Franco Mignacco, presidente de CAEM. Y agregó: “En el caso de las pymes de nuestro sector, un retraso en la adquisición, por ejemplo, de un repuesto, significa una máquina parada, impactando directamente en su capacidad productiva. Y esto nos sucede, a pesar de que por cada dólar que necesita importar la minería, produce 10 dólares en exportaciones”.

“Seguimos sin solución en cuanto al impacto del desfasaje cambiario, tal como se le han brindado a otros sectores exportadores”, apuntó el titular de la entidad, en referencia a las distintas versiones del dólar soja. “Tenemos dificultades por el incremento de costos en dólares, que está impactando especialmente en los proyectos más maduros, que son los que poseen menor margen de utilidad, lo que puede acortar su vida útil”, sumó.

Y concluyó: “Sabemos que es un año electoral, pero las necesidades de las personas y del país no esperan. Y los tiempos de la minería tampoco. Lleva más de 20 años poner un proyecto en producción desde cero”.

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